lunes, 23 de mayo de 2011

ALGUNAS CONSIDERACIONES EN TORNO A LA COMPRENSIÓN DEL SIGNIFICADO DEL SISTEMA ENDOCANNABINOIDE

Darío Obstfeld
Pablo Obstfeld

ALGUNAS CONSIDERACIONES EN TORNO A LA COMPRENSIÓN DEL SIGNIFICADO DEL SISTEMA ENDOCANNABINOIDE

Hacia fines de la década de los ochenta la medicina descubrió que el componente psicoactivo más importante de la marihuana, el Delta 9 THC, produce sus efectos al unirse a receptores específicos. El hallazgo de estos receptores, a los que se los denominó “receptores cannabinoides”, permitió algunos años más tarde el descubrimiento de un grupo de sustancias, producidas por el propio organismo, que actúan como ligandos endógenos específicos para estos receptores. A estas sustancias se las designó “endocannabinoides”. Al conjunto de receptores y ligandos endógenos se los concibió como un sistema integrado, el “Sistema Endocannabinoide” (Orgado y col., 2005).

En un trabajo anterior (Obstfeld y Obstfeld, 2007) propusimos, como una hipótesis, que el motivo del consumo de marihuana estaría vinculado a la fantasía de disminuir el enfrentamiento con estímulos ideales que no se pueden concretar. En este sentido expresamos que la sensación de enlentecimiento del tiempo que produce esta droga, entre otros tantos efectos, podría corresponder al deseo de que la vida pase en “cámara lenta” para disminuir el enfrentamiento con el natural apremio de la vida.

Si pensamos que quien incorpora el THC de la marihuana esta sobreestimulando su sistema endocannabinoide, podemos considerar que la comprensión del significado de este sistema puede brindarnos un mayor esclarecimiento de los motivos específicos del consumo de marihuana.

El sistema endocannabinoide

a) Los receptores

Se clasifican, según su distribución y mecanismo de acción, en tipo 1 (CB1) y 2 (CB2). Los CB1 están localizados principalmente en sistema nervioso central.
En sistema nervioso periférico están presentes en terminaciones sensitivas y en terminales nerviosas del sistema simpático. También se han hallado en corazón, próstata, testículos, útero y ovarios (Berrendero, F. 2002; Orgado y col., 2005).

Los receptores CB2 se encuentran en distintos componentes del sistema inmunológico como el tejido linfoide, bazo, amígdalas y timo; a nivel celular preferentemente en linfocitos B y Natural Killer (Ibid.).

b) Los ligandos endógenos

El primer endocannabinoide en ser hallado fue la Etanolamida del Acido Araquidónico (AEA), un acido graso producido en el cerebro que se une al receptor CB1 y al que se le dio el sugestivo nombre de Anandamida, por “ananda” que en sánscrito significa “paz interior”. Posteriormente, se descubrió otro lípido, el 2-Araquidonil-Glicerol (2-AG), que abunda en ciertas regiones del cerebro más que la propia Anandamida pero que, a diferencia de esta, tiene una mayor afinidad por los receptores CB2, si bien también actúan sobre receptores CB1. Estos dos compuestos se consideran hoy los principales endocannabinoides (Ibid).

c) Funciones generales y mecanismo de acción

En sistema nervioso el principal papel del sistema endocannabinoide es el de actuar, a través de un tono basal, como modulador de la transmisión sináptica, función que realiza actuando al modo de un feed back negativo.

Cuando el estímulo nervioso despolarizante, que “viaja” a través del axon neuronal, llega al terminal presináptico produce la liberación del neurotransmisor propio de esa neurona. Este neurotransmisor al unirse al receptor de la segunda neurona ocasiona, por un lado, una nueva despolarización para que el impulso nervioso continúe su “viaje” y, por otro lado, estimula la síntesis de endocannabinoides que son liberados al espacio sináptico para acoplarse a los CB1 de la primera neurona e inhibir así la liberación de más neurotransmisores.

Este proceso, que se denomina Supresión inducida por la Despolarización, si se desarrolla sobre neuronas que liberan neurotransmisores inhibidores, como el GABA, se considera una supresión de la inhibición; si, en cambio ocurre en neuronas que liberan neurotransmisores excitadores, como el Glutamato, determinará una supresión de la excitación (Ibid).

Tras comprenderse este mecanismo de acción, se ha planteado que el sistema endocannabinoide, a nivel neuronal, protege al sistema nervioso contra la sobre-activación o la sobre-inhibición provocada por los neurotransmisores (Grotenhermen, 2006).

Además, esta función moduladora de la transmisión sináptica brinda un importante papel en la neuroprotección y tendría efectos sobre la proliferación de neuronas y de células gliares (Orgado y col, 2005).

Por otro lado, el hecho de haberse hallado diferentes distribuciones de los receptores CB1 en el cerebro del feto, el neonato y el adulto, condujo a pensar que este sistema podría poseer un papel preponderante en el desarrollo del SNC del feto y el neonato, tanto en lo que concierne a la migración y proliferación neuronal, la sinaptogénesis y los procesos de mielinización del cerebro inmaduro (Orgado y col., 2005; Viveros, 2002).

d) Funciones en virtud de las distintas localizaciones

1) Dentro del sistema nervioso participa en la regulación del tono muscular, la coordinación y el control del movimiento (ganglios de la base-sustancia nigra y globo pálido- y cerebelo ), en funciones cogitativas superiores y la memoria a corto plazo (corteza e hipocampo ), en la respuesta al stress y al dolor (sustancia gris periacueductal, medula espinal y terminaciones sensitivas) y en el control de las emociones (hipocampo y corteza límbica) (Orgado y col., 2005; Grotenhermen, 2006).

Posee también funciones relacionadas con la inducción del sueño, la regulación de la temperatura corporal y el mecanismo de recompensa . Además actúa como antiemético y orexígeno. Así la ausencia de activación de los CB1 en el primer día de vida, anula el interés por el alimentarse y disminuye la fuerza para mamar. Estas observaciones junto con el hallazgo de un importante pico de producción de 2-AG en el cerebro del recién nacido, llevaron a proponer que los endocannabinoides serían básicos para el inicio de la conducta de lactancia (Orgado y col., 2005).

2) En sistema inmune, los endocannabinoides, al interactuar con los CB2, ejercen un efecto inmunomodulador y han demostrado tener efecto antiinflamatorio (Ibid.).

3) Se ha descrito también la presencia de endocannabinoides en todos los tejidos y fluidos relacionados con la procreación (Ibid.).


Aproximaciones hacia una comprensión del sentido

Si bien hay muchos sistemas orgánicos reguladores, lo curioso de éste es que participa modulando una gran variedad de procesos y funciones. Intentaremos, entonces, encontrar una unidad de sentido a tanta diversidad.

Chiozza (1970g [1963-1968]) sostiene que cuando un estímulo, por su contenido ideal, supera la capacidad del yo para asimilarlo, su descarga es sentida como algo traumático. La protección frente a estos estímulos, dice, puede operar entonces provocando un “cese de contacto”, un reposo del órgano sensorial que se torna inexcitable o, si es más completa, el sueño normal. Agrega el autor que este bloqueo defensivo, equivalente a la “barrera de protección antiestímulo” planteada por Freud, es normal y parcial, y sirve a los fines de re-constituir la capacidad sensorial.

Pensamos que el sistema endocannabinoide en su función moduladora, inhibitoria, tendría la intención de mantener ciertas funciones dentro de un rango adecuado. Actuaría entonces al modo de una barrera de protección antiestímulo que evitando la sobre-activación o la sobre-inhibición.

A partir de la idea de que la noción de tranquilidad está asociada al equilibrio, la serenidad, la inalterabilidad, la quietud y también a la idea de seguridad, Casali y Nagy (2002) plantean que la tranquilidad, necesaria para un buen desarrollo, permite, al modo de un descanso, restaurar fuerzas para enfrentar el cotidiano vivir. En este sentido, el haber designado al principal endocannabinoide con un nombre que significa “paz interior”, tal vez corresponda a la captación inconciente de un aspecto del sentido de este sistema.

Para dar un paso más allá de este sentido, que consideramos general, nos centraremos en dos elementos destacados: las zonas cerebrales en las que receptores y ligandos se encuentran en mayor concentración y el momento de la vida en el cual sucede el mayor pico de actividad endocannabinoide .

En los ganglios de la base y cerebelo, receptores y ligandos están en gran concentración donde participan de la regulación del tono muscular y la coordinación motora. Chiozza y colaboradores (2001c) plantean que el tono muscular constituye la trama de fondo de la motilidad, tanto como preparativo como soporte para la acción. Los autores, siguiendo a Sherrington, quien equipara al tono muscular con un estado de alerta básico y normal, afirman que el estar alertado corresponde a “ponerse en disposición para posibles acciones” (pág. 231). El fracaso de esa acción eficaz -como comprenden los autores la hipertonía- constituye el sentimiento de alarma. El sistema endocannabinoide participa en la modulación, como inhibidor del tono muscular, tendiendo a la relajación, con el objetivo de evitar la hipertonía. Podemos pensar entonces que tendría el sentido de impedir, dentro de determinado rango, que un estado de alerta normal fracase y se transforme en un sentimiento de alarma.

También existe una gran actividad endocannabinoide en la zona hipocampal, que estaría vinculada al olvido espontáneo de la memoria a corto plazo . Las investigaciones sugieren que este sistema, en interacción con otros sistema neuroquímicos implicados en los procesos cognitivos, puede contribuir a la “selección de la información relevante” para una mejor eficacia de los procesos de aprendizaje y memoria (Viveros, 2002, pág. 102). Esta función de “selección” tendría entonces, el sentido de evitar la sobresaturación de estímulos perceptivos.

Si como afirman Chiozza y colaboradores (2001c) “la atención es a la percepción lo que el tono es al movimiento” (pág. 232), podemos inferir que la participación endocannabinoide en el sistema cognoscitivo y mnémico tendría un sentido análogo a la acción que comprendimos que tiene sobre el tono muscular, es decir, como un modo de “distracción” de lo insignificante que permitiría alcanzar la atención adecuada para percibir y conocer lo importante.

Entendemos que este sistema operaría además como un restaurador , no sólo por su papel neuroprotector, sino por su participación como inductor de funciones, como el dormir y el comer, que tienden a llevar al organismo a un estado de reposo y reparación para su normal funcionamiento.

Así, este sistema “restaurador”, que experimenta un pico máximo de expresión luego del trauma de nacimiento, donde es necesario minimizar el grado de ansiedad y angustia, actuaría, independientemente de un tono basal, en aquellas situaciones en las cuales sería necesario obtener una mayor tranquilidad y equilibrio para un obrar adecuado.




BIBLIOGRAFÍA

- Arévalo, A.; Molina, E. y Guaza, C. (2002) “Acciones de los cannabinoides sobre el sistema inmunitario” en Guía básica sobre los Cannabinoides. Sociedad española de investigación sobre cannabinoides. Facultad de bioquímica y Biología Molecular, Facultad de Medicina, Universidad Complutense de Madrid, en http://www.ucm.es/info/seic-web/
- Berrendero, F. (2002) “Elementos que forman el sistema cannabinoide endógeno” en Guía básica sobre los Cannabinoides. Sociedad española de investigación sobre cannabinoides. Facultad de bioquímica y Biología Molecular, Facultad de Medicina, Universidad Complutense de Madrid, en http://www.ucm.es/info/seic-web/
- Casali, L; Nagy, C (2002) “Reflexiones acerca del anhelo del tranquilidad”. Simposio de la Fundación Luis Chiozza. Bs. As. Enero de 2002
- Chiozza L. (1970g [1963-1968]) “Ubicación de ‘lo hepático’ en un esquema teórico-estructural”. en Psicoanálisis de los trastornos hepáticos, Luis Chiozza, Alianza editorial, Bs. As, 1998.
- Chiozza L.; Chiozza , G.; Aizenberg, S.; Corniglio, H.; Grus, R.; Salzman, R. (2001c) “Un estudio psicoanalítico de la enfermedad de Parkinson”. en Enfermedades y afectos, Luis Chiozza-Alianza editorial, Bs. As. 2001
- Diccionario de la Real Academia Española (DRAE)
- Grotenhermen, F. (2006) “Los cannabinoides y el sistema endocannabinoide” en Cannabinoids, Vol 1, No 1. 17 de septiembre de 2006 en www.cannabis-med.org
- Obstfeld, D; Obstfeld, P. (2007) “Una comprensión psicoanalítica del consumo de marihuana”. Presentado en la Fundación Luis Chiozza, Bs. As., Julio de 2007
- Orgado Martinez, J.A.; Fernandez Lopez; Bonnet serra, B.; Lizasoain Hernández, I. y Romero Paredes, J. (2005) “El sistema cannabinoide y su importancia en el período perinatal” en Anales de Pediatría (Barcelona) 2005; 63 (5): 433-40, en http: //www.doyma.es.
- Solms M. y Turnbull O.(2004) El cerebro y el mundo interior. Ediciones Fondo de cultura económica, Bogotá, Colombia, 2004
- Viveros M. P. (2002) “Cannabinoides y procesos de aprendizaje” en Guía básica sobre los Cannabinoides. Sociedad española de investigación sobre cannabinoides. Facultad de bioquímica y Biología Molecular, Facultad de medicina. Universidad Complutense de Madrid, en http://www.ucm.es/info/seic-web/
- Zieher L. M. y Albano S. (2003) “Adicción a drogas. Cambios adaptativos neuronales”, en Psiconeurofarmacología clínica y sus bases neurocientíficas. 3ra. edición. Ursino editores.


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